sábado, 28 de julio de 2012

POR AQUÍ SE ESCRIBE MÁS.

Encima tiene uno que leer que se nos pide que los jugadores fuertes seamos buen ejemplo para los jugadores más pequeños, (léase niños) "tanto a nivel de juego como a nivel personal", ha escrito Maria José en uno de sus comentarios. Desde la tranquilidad y desde el respeto hacia ti, te digo que creo ser un buen ejemplo para ellos, Maria José. Pero aquí hay varios temas tabúes que no se tocan. Y yo los voy a tocar. ¿Son un buen ejemplo para sus propios hijos, y para los demás niños, esos padres -que no sé si son muchos o pocos, quiero pensar que son pocos- que sólo se preocupan porque su hijo sea el mejor, y que experimentan sentimientos tales como envidia, derivada de una insana rivalidad? Son esos padres (que quiero pensar que son pocos) que permanecen nerviosos esperando ansiosamente que su hijo termine su partida con victoria. Curiosamente son padres que dudo incluso de que sepan jugar al ajedrez, no digo ya poder apreciar la belleza de una partida de Capablanca. ¿Son esos padres un ejemplo para esos niños que, os aseguro, lo que menos les importa es ganar o perder sino sólo pasárselo bien? Llevo escribiendo sobre eso mucho tiempo, escribiendo sobre la importancia de no fomentar en los niños ese espíritu de rivalidad, pues ya tendrán tiempo de ser muy competitivos (o de no serlo) cuando sean mayores, adultos. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre la necesidad de educar a nuestros niños de una forma diferente, fomentando en ellos la deportividad ante todo, el respeto al contrario, la modestia, la amistad hacia sus compañeros, la cortesía, un comportamiento ejemplar y excelente ante un tablero y fuera de él, etc. Y ahora resulta que alguien me dice que desea que yo sea un buen ejemplo. ¿No sabes que entre los tres mejores jugadores de Huelva, Carlos, José María y yo, no existe rivalidad alguna? ¿No sabías que somos amigos? ¿Que podemos luchar en el tablero ferozmente, y cuando termina la partida, no ha pasado nada en lo personal? Me enorgullezco de ser amigo de Carlos y de José María, amigo y nada más, pues no son mis rivales. ¿No es eso un ejemplo que damos a los niños? ¿Son un ejemplo los monitores que sólo fomentan la competitividad, que son chillones con sus niños, que se irritan con las derrotas? De eso no se habla porque es un tema tabú. Y ahora resulta que el que no es un buen ejemplo es uno, y de ellos en cambio no se habla nunca porque es tabú. Me parece maravilloso.
María José, estoy hablando de ajedrez, y tú me dices que desconoces el mundo del ajedrez de la alta competición, que sólo sabes de economía. Pues hablemos de economía. ¿Nunca te has planteado si sirven de algo las clases que dan los monitores de iniciación? Ese es otro tema tabú. Pues bien, ahí se podría ahorrar dinero, ¿no? Yo nunca fui a clases, siempre aprendí solo. Ni yo, ni Carlos ni José María. ¿Sabes qué se puede hacer para que los niños aprendan y progresen? Si es facilísimo, ¿cómo es que nadie se ha dado cuenta?: no hay más que abrirles las puertas de un club donde ellos puedan jugar, y a renglón seguido recomendarles que lean tal o cual libro, quizá los Fundamentos del ajedrez, de Capablanca, Mi sistema, de Nimzovich o Finales prácticos, de Keres. Les recomendamos eso y además les recomendamos que tengan instalado en su ordenador el Fritz, que tiene un curso incorporado para niños, desde principiante absoluto hasta gran maestro. Así de fácil y así de simple. Pero claro, si se dice eso, hay que cerrar el chiringito, por eso mejor no se habla de eso. Iría a las clases de un buen jugador como Carlos, no iría a las clases de un monitor de iniciación. Pero si alguien quiere ir, que vaya, pero que no hable luego de costes excesivos.
Pues bien, eso no se cuestiona. Sin embargo, se cuestiona que los mejores jugadores, los que juegan en división de honor, tienen ahora que pagar una cuota. Pues verás, no hay un solo club en Andalucía que tenga semejante filosofía. ¿Por qué este sí? A ver, Maria José, con todo respeto (lo cual hago extensivo a la nueva junta directiva), ¿por qué aquí sí? Además, ¿es lo mismo una persona que dedica muchas horas a estudiar ajedrez que otra persona que nunca abriría un libro? Y sin embargo, tiene uno que escuchar que los jugadores fuertes son unos privilegiados y unos caraduras. Sí, eso lo he escuchado. Y se calla uno por respeto, guarda uno un silencio respetuoso. En una ocasión, un árbitro cuya identidad no revelaré por respeto, me dijo, tras quedar yo mal en un torneo: "fíjate el dinero que he ganado por arbitrar, sin hacer apenas nada, y tú, en cambio, has estado todo el día batallando y no has ganado un duro". Y se tiene uno que callar por respeto, para no ponerse a la altura de un ignorante borrego. Y el susodicho se queda tan pancho. Por fortuna, hay árbitros excepcionales que respetan a los jugadores.
Tu pregunta, Maria José, pone en peligro el ajedrez. Preguntas: "¿en qué se beneficia el club asumiendo el coste de jugadores de alto nivel?". Es decir, que para ti el ajedrez es como jugar al parchís o a la oca, y no ves diferencia alguna entre mi vecino del quinto que juega al ajedrez y un maestro internacional. Al menos, podríais valorar que hayamos jugado gratis, y, por lo que veo, eso no se valora. No se valora aquí, porque Almonte, Ayamonte, etc., etc., están encantados si jugamos con ellos sin coste alguno para nosotros. Por eso nos vamos. Lucho por la dignificación del ajedrez, eso es todo. Tiene uno que escuchar que un gran maestro que se apunta a un torneo para ganar unas perras es un muerto de hambre, un aprovechado, un desgraciado, alguien que abusa de su nivel de juego para ganar un torneo (nivel de juego que se ha ganado con miles de horas de estudio). Estos maestros no son respetados, y un gran maestro es un ARTISTA. Sí, el ajedrez es como la pintura y la música: bien jugado, llega a la categoría de un arte sublime. Pero claro, el que sólo piensa en ganar, no lo ve. El que no sabe jugar, no lo ve. Maria José: ¿no te has planteado nunca de qué vive un profesional del ajedrez? ¿Ellos no comen, viven del aire quizá? Sé de un gran maestro que pide dinero en la calle Sierpes de Sevilla tocando el violín. Se ven obligados a ir de torneo en torneo para malvivir, sí, has leído bien, para malvivir, porque no reciben ayudas, y dependen de lo poco que saquen en un torneo. Algunos, para economizar gastos, se ven obligados a dormir en el coche y a comer en cualquier bar de mala muerte. Y nosotros somos simples diletantes, aficionados, amateurs, no somos grandes maestros, pero al menos creo que, como una simple cuestión de dignidad, está bien que al menos se nos paguen nuestros gastos, nada más que eso, ni siquiera pedimos cobrar un duro. Jugamos gratis pero, hombre, que al menos no nos cueste jugar al ajedrez, pues hemos llevado a este club muy alto en Andalucía, donde nunca ha estado antes. A ello también han contribuido Antonio Ramón, Alfonso Carlos, Jesús Romero, Antonio Andrés Flores y Ángel Mariano, los cuales también merecen un reconocimiento. Y ahora resulta que alguien dice: "¿y a nosotros eso qué nos importa? ¿qué nos importa que el club esté donde esté en lo deportivo?, ¿qué gano yo con que el club esté arriba porque yo sólo entiendo de economía y no entiendo ni papa de ajedrez?". Pues si esa es la nueva política de este club, me parece muy bien, pero que no cuenten con nosotros. Y no estamos hablando en broma, esto no es un "bluff", un farol, estamos hablando en serio. Nos vamos, lo cual no parece importar a nadie.

6 comentarios:

  1. Que sepáis que desde las redes sociales estamos recibiendo toda clase de apoyos por montones de ajedrecistas de toda Andalucía. Creo que ni un solo ajedrecista ha discrepado con nosotros. El que no lo crea, que se pase por facebook.

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  2. Enrique, en mi entrada anterior,he querido resaltar una de vuestras cualidades, parece por tu contestación, que he debido expresarme mal, pues parece que te has ofendido, nunca más lejos de mi intención.
    Del tema de algunos padres ya debatimos largo y tendido en otra entrada tuya.
    Ahora el tema es otro. Yo si me he planteado muchas veces de qué come un ajedrecista, y siempre obtengo la misma respuesta, DEL AJEDREZ NO. Por este motivo intentamos que los niños se formen en otras disciplinas que le pueda otorgar una forma de ganarse la vida.
    Desde este prisma, no siendo el ajedrez un medio de vida, plantearse practicar un hobby cualquiera requiere, CASI siempre de una inversión.
    En cuanto a las clases de iniciación te diré que un porcentaje alto de niños son muy pequeños, que no saben leer, por tanto, las clases le son muy útiles. Por otro lado, te diré que los libros de ajedrez no están escrito para que lo entiendan los niños. A menos que tu recomiendes que losniños empiecen a jugarcon más edad.
    A mi me parece que todas las cosas son necesarias, los libros por supuesto y las clases de iniciación también.

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  3. Te acepto que no has tenido intención alguna de ofender a nadie. Gracias, Maria José, me extrañaba mucho viniendo de ti. Las clase de iniciación, verás: claro que hay libros de ajedrez escritos para niños. Además, Fritz tiene un curso para niños. Existe incluso "el pequeño Fritz" que es para niños. Te aseguro que se aprende muchísimo más rápido. De todas formas, no estoy en contra de las clases de iniciación. ESTOY A FAVOR. Y el que quiera ir, que vaya. Por lo demás, me remito a lo que he escrito en mi nuevo artículo. Sólo añadir que si del ajedrez no se puede vivir y de dar patadas a un balón y rematar de cabeza, sí, que eso es así porque la gente así lo quiere. Hoy es famosa Belén Esteban y es millonaria porque la gente así lo quiere, es millonario un futbolista iletrado e inculto porque la gente así lo quiere. Son millonarios los políticos porque la gente les vota. Y un maestro de ajedrez, que es persona intelectual y culta, ha de vivir de otra cosa porque los mismos que llevan el ajedrez adelante, así lo quieren. Maravillosa actitud ésa de tirar piedras sobre el propio tejado. Este mundo no tiene remedio.

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  4. Escrito por Carlos Barrero: "Desde los 16 años recibía ofertas de clubes de Sevilla y Portugal. Yo seguí en huelva hasta los 18 con el equipo de Huelva al que recien ascendido por nosotros dejé solido en division de honor, tardó un año en descender.
    Yo fui primero a la Peña Oromana sin cobrar rechazando ofertas económicas por un proyecto deportivo que no cuajó como yo quería. Al año siguiente fui al Labradores donde ya cobraba 150.000 ptas de las de antes por ASISTIR al campeonato de España en división de honor con rivales como Karpov, Shirov, Adams,Short...
    A los 4 años Labradores eliminó la sección de ajedrez y fui a Olivares donde se cobraba 60 euros por partida, lo mismo que el Mercantil cuando nos absorbió. Por otra parte en Portugal SÓLO cobraba 50 euros por partida en los 5 años que jugué allí.
    Con el ascenso de La Merced a división de honor y la llegada de Diego a la presidencia se me presentó un proyecto ilusionante y ambicioso, uniendo a los mejores jugadores de la provincia y esperando algún patrocinador para que pudieran pagarme y realizar algún fichaje, especialmente Razmyslov. Así como el acuerdo de que Enrique y José María no pagarían un duro, porque a mí ni se me planteaba. El objetivo era ganar un andaluz, por fin, con el equipo de Huelva.
    Durante esos 3 años en que no se ha conseguido patrocinador ninguno (algo comprensible), hemos tenido que ir a jugar hasta exentos de dietas, teniendo que comer a las 4 cuando llegabamos destrozados a Huelva cada uno en su casa y he rechazado un mínimo de 2 ofertas económicas por año.
    Ningún club de Andalucía ha tenido semejante plantel GRATIS y me parece el colmo de la torpeza desperdiciarla con esta nueva gestión. Por mi parte no tendré problema en buscar un nuevo proyecto que me ilusione y ganar algún andaluz más de camino.
    No se puede ser puta y encima poner la cama."

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  5. Además, si es muy simple: hay otros clubs que ya nos han dicho: veniros con nosotros que no vais a tener que pagar nada. Hombre, yo quisiera jugar en Huelva, pero si aquí no nos quieren, pues no pasa nada, nos vamos a otros sitios donde sí nos quieren y ya está, no pasa nada. Ni enfados ni conflictos con nadie.

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  6. Quiero dejar claro, para terminar, que no estoy ni estaré nunca enfadado con nadie. Es cierto que hay aquí un desencuentro y que nos vamos del club, pero eso no quiere decir que esté enfadado con nadie. Personalmente siento un gran respeto por Miguel Ángel, y lo seguiré teniendo independientemente de cualquier otra circunstancia. Llevamos ya muchos años jugando juntos él y yo.

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