Dado que este fin de semana no hay competición por equipos provincial (aunque sí andaluza), profundicemos algo más en temas del ajedrez antiguo.
De la obra de Lucena (s. XV) podríamos rescatar muchas posiciones de gran valor ajedrecístico. Tal como adelantaba en los comentarios de la entrada anterior en este blog, en su obra hay posiciones de "Juegos de partido de la Dama", ya con la dama con sus movimientos actuales, y otras de "Juegos de partido del Viejo" con las reglas anteriores a la aparición de la dama. Las principales diferencias están en los movimientos del alfil, que eran diferentes en el ajedrez "del viejo" y en que en lugar de la Dama, la pieza que salía al lado del rey era un "Alferza" (es la denominación que se le da en la obra "Juegos de acedrex, dados e tablas" de Alfonso X el Sabio publicada en el s. XIII, mientras que en el ajedrez árabe o Shatranj se le denominaba "Firzan", como consejero o visir del rey).
El Alferza tenía movimientos mucho más restringidos que la Dama del ajedrez moderno. En la posición que se adjunta, el Alferza situado en d7 (no es una Dama), con sus movimientos de aquella época, puede mover o capturar, desde la casilla d7, a las casillas e8, c8, e6 y c6, y por tanto, en esta posición no está dando jaque al rey negro situado en d8. El resto de piezas de esta posición mueven como en el ajedrez actual.
El enunciado del problema es: "Las blancas dan mate en 4 con el peón".
Se admiten propuestas de resolución del problema.
Recordemos que el maestro internacional e historiador del ajedrez, ya fallecido, Ricardo Calvo, escribió hace años una obra donde defendía la hipótesis de la existencia de un incunable aun anterior al tratado de Lucena, y que, al parecer, fue escrito por el valenciano Vicent. Tal obra se habría perdido en el monasterio de Urgell en 1811 durante un asedio de los franceses en la Guerra de la Independencia. La hipótesis sobre el origen valenciano del ajedrez moderno tiene su origen en viejos tratados posteriores que hacen referencia al libro de Vicent. Sólo quería dejar indicado, aquí, estas referencias, pues la investigación y la búsqueda del pretendido incunable aun continúan. Se cree que el libro se escribió en 1495, y estaría basado en un poema anterior dedicado al ajedrez escrito en 1475, y donde se describe el movimiento de la Dama tal como es en la actualidad.
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