sábado, 1 de diciembre de 2012

Llega la hora de la verdad


                Llega la hora de poner en práctica lo aprendido. Llega la hora de “compararnos” o “medirnos” con los demás para saber cuál es el nivel de juego que tenemos. En definitiva: “Llega la hora de competir
                La temporada 2012-2013, además de más crisis económica/familiar, nos ha traído otros cambios que han afectado al club de ajedrez “La Merced”:

-          Nos hemos visto obligados a cambiar de sede: De la A.VV. “La Merced”, hemos pasado a la A.VV. “Santa Ana”.
-          Las clases de ajedrez, ahora, son de pago… aunque también es verdad que el precio es algo simbólico, si lo comparamos con lo que cuestan las clases de otras actividades.
-          Los distintos grupos de alumnos han quedado más dispersos dentro de la ciudad pues, en la temporada pasada, todos los grupos de los distintos niveles rondaban alrededor de la A.VV. “La Merced”; y ahora están tan distantes como lo puedan estar la A.VV. “Santa Ana”, la A.VV. “La Morana”, el CEIP “Príncipe de España”, y la A.VV. “Nuevo Molino”.

                Pero estos cambios también nos han traído nuevas buenas, como son la incorporación de nuevos Monitores que han llegado con muchas ganas y más bríos, y que han permitido abarcar niveles antes no contemplados: Clases de ajedrez para adultos, y clases de ajedrez para niños y niñas de muy corta edad.

                Como la temporada pasada, los Monitores hemos podido seguir con el “Plan Entrenador” (clases individualizadas de ajedrez), que tanto éxito ha tenido en las anteriores temporadas. Las clases del “Plan Entrenador” siguen siendo muy reclamadas por los padres de los alumnos y alumnas del club.
                Tras la celebración del recién terminado Campeonato Provincial por Equipos, ahora, llega la hora de la verdad: Llega la hora de “la individualidad”… Llegan los Campeonatos individuales  Y como aperitivo, el Torneo que organiza el Ayuntamiento de Carrión de los Céspedes el próximo día 29 del presente mes de diciembre. (Más información, y la inscripción, a través de la página web de la DOA)
                Carrión de los Céspedes, como siempre, cuidando el ajedrez de base, con muchos trofeos para los participantes desde la categoría sub 8 hasta la sub 18 y, además, agraciando con un almuerzo de amistad a jugadores y acompañantes.
                El Torneo de Navidad de Carrión es un torneo abierto donde, además, no hace falta estar federado/a para jugar en él; pero para poder participar en los torneos que comienzan en enero, y que organiza la Delegación Onubense de Ajedrez, sí es necesario estar federado:

(Los Monitores de ajedrez informarán a quienes estén interesados en saber más sobre los requisitos para federarse)

                El 12 de enero se juega el Campeonato Provincial Activo en la sede del club (A.VV. “Santa Ana”) Y el  19 de enero comienzan los Campeonatos Provinciales por Edades… Esos campeonatos que clasifican a los jóvenes jugadores, y a las jóvenes jugadoras, para poder disputar los Campeonatos de Andalucía de Ajedrez por Edades, representando a la provincia de Huelva. De ahí su importancia.
                Muchos de los alumnos y alumnas del club de ajedrez  “La Merced” que estáis ya federados, podréis ver vuestra inscripción en estos torneos  entrando en la página de la DOA y pinchando sobre “Formulario”.
                Y, si no estás aún federado, ahora tú decides. Es tu oportunidad: ¿Quieres federarte? ¿Te gustaría participar en estos Torneos de ajedrez solo para niños y niñas de tu misma edad?... Pues consúltalo con papá, con mamá, y con tu Monitor de ajedrez. Ellos verán qué es lo mejor para ti.

                Saludos: Leonardo Fierro Rosa.

15 comentarios:

  1. O bien: "llega la hora de jugar, de expresarse, llega la hora de pasárnoslo muy bien, de disfrutar, de crear, de ser originales, de descubrir, de conocernos a nosotros mismos", etc., y para hacer todo eso, no hace falta compararse con nadie.

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  2. Muy bien, Enrique, esa es la idea.

    Saludos

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  3. Mª José: Supongo que jugarás en 2ª este año... para "pasártelo bien", disfrutar... conocerte a tí misma..."

    ¿Cómo poder renunciar a todo eso?

    El término competir es un verbo que se utiliza para designar a un tipo de acción en la cual las personas que se ven involucradas luchan por lograr un objetivo. Esa lucha que se lleva a cabo implica en la mayoría de los casos enfrentarse a otra persona o individuo, sin embargo, en algunos casos puede representar la competencia que una persona se establece consigo misma para superarse y mejorar sus resultados previos en determinada actividad.

    El acto de competir es un acto común entre todos los seres vivos ya que en su sentido más simple y primario tiene que ver con la supervivencia. Los animales, los seres humanos e incluso las plantas, todos compiten por obtener su alimento, por estar mejor protegidos o alcanzar el sol de manera más directa. Esa competencia siempre es contra otro igual o diferente que pueda tener el mismo objetivo y que pueda significar la perdición.

    En un sentido más común y usual, la idea de competir se relaciona con actividades que desarrolla el ser humano que no tienen necesariamente que ver con su supervivencia inmediata. Así, es común hablar del acto de competir en relación a actividades deportivas en las cuales dos o más oponentes se enfrentan por un premio. También es común hablar de competencia o del acto de competir cuando se hace referencia a espacios laborales o profesionales en los que las personas disputan un puesto, un trabajo, etc. En cada uno de estos casos, la competencia se lleva a cabo por objetivos tales como subir en la escala social, gloria, prestigio, reconocimiento y generar un mayor nivel de autoestima.

    Otro tipo de competencia, tal como se mencionó al principio, es aquel que una persona puede desarrollar consigo misma, con su ego interior. Así, una persona puede desarrollar un sinfín de actividades comunes o no tan comunes y buscar superar sus anteriores logros a través del esfuerzo y el compromiso.

    Desde Definicion ABC: http://www.definicionabc.com/general/competir.php#ixzz2DqOikQoR

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  4. Seguramente, y al hilo del interesante debate abierto por nuestro querido amigo Leonardo, diría que los animales compiten entre sí, sí, pero el sentido de esa competencia no tiene nada que ver con lo que vemos entre los seres humanos. En ellos vemos que no hay guerras ni esquilmación de los recursos naturales, ni torturas, etc. Personalmente no llamaría desorden a eso. En el ser humano no luchamos, como hacen los animales, por una razón de supervivencia física, sino psicológica, y seguramente tal supervivencia psicológica no existe y, a diferencia de lo que sucede en los animales, crea estos estragos que vemos todos los días en el mundo: nacionalismo, ideologías en conflicto, usurpación de recursos, robo institucionalizado, corrupción, violación de los derechos humanos, etc. Semejante destino de la humanidad no es ineluctable o inevitable, y personalmente abogo por una forma distinta de vivir y, ¿por qué no empezamos por transmitir a nuestros niños estos otros valores? Os invito a ello. Además, ya tendrán tiempo nuestros niños de ser, cuando sean adultos, todo lo competitivos o altruístas que ellos quieran ser.

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  5. Además, ¿qué sucede cuando comparas a un niño con otro? ¿Se quiere a un niño cuando se le compara? ¿O se le quiere por lo que es en sí mismo? ¿Por qué no preguntamos a un niño: jugaste bien, disfrutaste? Porque igual jugó muy bien y perdió, ¿y qué? O jugó una mala partida, pero se lo pasó muy bien, pero resulta que perdió, ¿y qué? ¿Te gusta el ajedrez? Sí. ¿Has perdido? Sí. Pues a jugar otra partida, ya que te gusta tanto, pones las piezas otra vez y empiezas una nueva partida.

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  6. "¿Has fracasado? No te preocupes. Fracasa otra vez. Fracasa mejor..." [Samuel Beckett]

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  7. Muy buena josé Antonio.
    Y yo he querido también aportar algo al respecto, encontrando lo siguiente:

    El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse.
    Winston Churchill)

    No existe el fracaso, salvo cuando dejamos de esforzarnos.
    Jean Paul Marat

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  8. ¿Qué es el fracaso? Si alguien lo sabe, que me lo diga.

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    Respuestas
    1. Un sentimiento, tan sólo un sentimiento, de inadecuación entre el propósito de una iniciativa y lo que se constata que se ha logrado con la misma. No todas las veces es una sensación puramente privada. Puede ser pública si se defrauda una expectativa pública que previamente se ha fomentado.
      Aunque es relativo, el fracaso es una realidad bien palpable a nivel de los sentimientos. Y es necesario encararlo. No es suficiente con ignorar su existencia [recuérdese el archicitado ejemplo del avestruz...]

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  9. Perfecta tu explicación. Si una persona se marca un objetivo, digamos ganar un torneo o una partida en particular, y vuelca en ello sus deseos, emociones, sentimientos, etc., y no lo consigue, se sentirá un fracasado. Si esa persona no se siente contenta consigo misma, si no ama lo que hace y ello no es suficiente en sí mismo, y no basta para sentir una plenitud, una realización, buscará esa carencia de plenitud en cosas exteriores: perseguirá una meta externa, como el resultado en un torneo de ajedrez, y si no lo consigue, sentirá decepción, depresión, etc. Pero de lo que no nos damos cuenta es de que esa sensación de carencia de realización, ya existía desde el principio mismo. Existe desde el momento en el que uno no ama aquello que hace, no le despierta un interés intrínseco. Existe ya desde el principio, y esa alegría momentánea que se siente cuando se ha ganado, sólo oculta, tapa, momentáneamente, ese vacío. Tampoco nos damos cuenta, porque nos han educado mal de que es imposible alcanzar esa plenitud a base de esta persecución de metas externas, pues esa persecución no tiene fin, lo puedo asegurar. Leed biografías de campeones mundiales de ajedrez, y lo descubriréis por vosotros mismos. Su vida fue una lucha incensante, una frustración permanente, aunque hubo momentos de exultante alegría que duraron poco. Fijáos ahora en nuestro Paco Vallejo: con un ELO de 2695 y habiendo sido campeón de España, ¡se siente un fracasado y quiere dejar el ajedrez! ¿Sabéis por qué le sucede eso?

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  10. Totalmente de acuerdo con Enrique. Creo que ha dado totalmente en el clavo de la cuestión. Su reflexión cuestiona radicalmente el concepto de "competitividad", y tod@s deberíamos planteárnoslo.

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  11. No estoy de acuerdo en que uno se sienta (se pueda sentir) "fracasado" porque se compare con otros. Yo creo que uno se siente fracasado cuando no consigue las metas que se propone. Y, la mayoría de las veces, el motivo de no conseguirlas es porque, las metas que nos proponemos, son "superiores a nuestras fuerzas y capacidades", por muy "fuerte" (bueno en algo, o incluso excelente) que uno/a pueda llegar a ser.

    De ahí la importancia de llegar a conocerse así mismo (o intentarlo), y de saber los límites que tenemos.

    Pudiera darse el caso de que, Vallejo, siendo tan excelente a nivel mundial como es (2695 puntos elo), se sienta frustrado, derrotado, fracasado, si pone todo su empeño en querer ser Campeón del mundo y no lo consigue... O, exagerando mucho, si quiere llegar a 2700 puntos elo y no lo consigue. Él debería saber cuando ha llegado a su límite. Ese que todos tenemos. Y una vez llegado ahí, y "tocado techo", solo queda "ir hacia abajo"

    Y eso, aunque te leas el libro titulado "Aprende a usar el 90 % de tu mente que no usas".

    Concluyendo: Al final solo queda conocer quién es capaz de saltar con el listón más alto. ¿Y eso no es com-petir? En el sentido de com-pararnos con los otros... Sin que uno tenga por qué sentirse desolado porque salte más bajo que el vecino. -¡Oye! ¡Es que yo soy más bajito!

    Y, si entiendo esto, pues ¡ole, tú! que eres más alto, más guapo, más inteligente, con más memoria, que ligas más... ¡Qué suerte tienes, vecino!

    Me gustaría estar en tu pellejo; pero... como no puedo, pues voy a disfrutar estando en el mío.

    Me acepto. Te aceptas. Te respeto. Me respetas. Y tan amigos. ;)

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  12. Si no me comparo, entonces soy lo que soy. Obviamente unos juegan al ajedrez mejor que otros, es obvio; uno sabe más de algo que otro, que sabe menos, etc. Todo eso es obvio y normal. No negamos que existen diferentes capacidades, etc. El problema es cuando uno vuelca ahí sus frustraciones, sus deseos de sentirse mejor que otros, superior, etc. Entonces surgen las valoraciones psicológicas, las atribuciones. En ese caso, ese sentido de la amistad y del respeto del que nos habla nuestro amigo Leonardo, desaparece, y aparece el sentido de rivalidad personal, de competitividad, lo cual también es un hecho fácilmente observable por cualquiera aunque en ocasiones permanezca cuidadosamente oculto, disimulado por un manto de corrección. Pero si no me comparo con nadie, psicológicamente hablando (puedo compararme físicamente, lo cual no implica nada), entonces soy lo que soy, y desde ahí puedo ser realmente creativo y, además, no viviré en conflicto, ni conmigo mismo ni con mi prójimo, y así construíré una sociedad en la que el hombre no estará contra el hombre.

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  13. Paco Vallejo está frustrado porque se compara con la élite. Cada vez que juega un torneo top-10, queda el último. En una ocasión jugó un Open cuya media de ELO era de 1900. Lo ganó, obviamente. Le preguntaron por qué había jugado. Contestó que lo hizo porque necesitaba sentirse el mejor, una estrella, dado que el ámbito en el que él se desenvuelve, es uno más, y uno de los peores. Por tanto, todo es un asunto de comparación. Al compararse con jugadores de un ELO de 1900 se sentía una estrella. Pero, si aprendiese a no compararse con nadie, Paco Vallejo sería lo que él es: un gran maestro de los mejores, y quizá el mejor jugador español de la historia.

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